● Junto con la caída en el salario real, el incremento del desempleo repercute en menor masa salarial, y el agravamiento de la precarización laboral también genera menor capacidad de consumo por parte de las familias. El gasto público, por su parte, y como bandera del actual gobierno, sigue contrayéndose en términos reales.
● Las exportaciones, como última alternativa de empuje del nivel de actividad, son bastante inelásticas: dependen de la cosecha y de Vaca Muerta en gran medida, a lo cual deben sumarse los precios internacionales de la soja a la baja. Estados Unidos y Brasil anunciaron cosecha y ventas récord de soja. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) el principal productor mundial de soja es Brasil con el 39% de la producción mundial, seguido por Estados Unidos, que representa el 29%, y Argentina en el tercer lugar, con 13% para la campaña 2023/2024.
● Más aún, mientras Estados Unidos tenía una previsión de ventas de entre 400 mil y 1 millón, la última semana anunció que alcanzó un total de ventas de 1,3 millones de toneladas. Este combo de aumento de la oferta, que baja el precio, junto con la apreciación cambiaria generan desincentivos para la exportación y liquidación de divisas del agro argentino.
● Así, la única esperanza serían las inversiones, tal como propone en voz alta el Gobierno Nacional (RIGI mediante). Pero, por un lado, esas inversiones van a tardar en llegar. Por otro, van a estar abocadas a sectores muy puntuales: minería, hidrocarburos, agroalimentos y energía renovable, más algunas honrosas excepciones en otros sectores beneficiados por el RIGI. Es decir, sectores poco trabajo intensivos, en términos relativos.
● Difícilmente alguien quiera invertir en una industria que está trabajando al 40% de su capacidad ya instalada. Esa industria actualmente no necesita inversiones: necesita volver a prender las máquinas, necesita poder vender lo que puede producir. De continuar así, cualquier inversión posterior es simplemente para volver a los niveles previos de la crisis, no para aumentar genuinamente la productividad.
● La conclusión es clara: no hay horizonte para la recuperación productiva a la vista.
Las variables financieras muestran otra semana positiva. Los dólares paralelos caen esta semana ante la menor disponibilidad de pesos. El dólar blue anotó hoy su quinta semana de caída, la segunda mayor racha en el gobierno de Milei. Se vende hoy a $1.345. El motivo de la caída del blue resulta de la caída en los paralelos, que tiene distintas fuentes: además de la menor disponibilidad de pesos, la intervención del BCRA en el CCL, la reducción de plazos del pago de las importaciones en el MULC, la transferencia adelantada de intereses (US$ 1.500 millones) de Bonares y Globales (a realizarse) al Bank of New York y la reciente anunciada reducción del Impuesto País para el próximo mes. El CCL cerró, así, hoy a $1.285,11 y el MEP a $1.284,69. El Riesgo país cayó 90 puntos en la semana, a 1470.
La oferta de servicios públicos se contrajo muy levemente a nivel interanual en mayo (-0,1% i.a.), aunque mostró recuperación respecto de abril (+0,6% i.m.). Los servicios de mayor ajuste interanual fueron recolección de residuos (-11,6% i.a.), transporte de pasajeros (-5,9% i.a.), transporte de carga y peajes (ambos -5,4% i.a.) y servicio de correo (-4,5% i.a.). Electricidad, gas y agua (+4,8% i.a.) y telefonía (+0,6% i.a.) fueron los únicos de evolución positiva. Asimismo, servicio de correo (+4,7% i.m.) y electricidad, gas y agua (+3,1% i.m.) fueron los que más crecieron respecto de su nivel de abril.
Los salarios se incrementaron +6,2% i.m. en junio y +216,3% i.a.. Los grandes perdedores fueron los/as trabajadores del sector público, con un incremento intermensual de +3,9% (-0,7 p.p. respecto de la inflación), seguidos por el sector privado registrado, cuyos ingresos subieron +6,7% i.m. y, por último, el sector privado informal, cuyos salarios se incrementaron +9,2% i.m.. No obstante, en el acumulado del año el sector privado registrado es el que lidera, y además el único que está por encima de la inflación. La primera mitad del año tuvieron un incremento de +93,6% de los salarios (+13,8 p.p. más que el IPC), mientras que el sector privado no registrado perdió en -10 p.p. respecto de la inflación (+73,3% a.i.) y el sector público perdió en -6,5 p.p. (+73,3% a.i.).
La inflación de julio, por su parte, siguió mostrando desaceleración. Fue +4% i.a. y +263,4% i.a.. Acumulado alcanzó el +87% a.i.. Las divisiones de mayor incremento fueron Restaurantes y hoteles (+6,5% i.m.) y Bebidas alcohólicas y tabaco (+6,1% i.m.) y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (+6% i.m.), por las subas de los alquileres y el agua. Las de menor incremento fueron Prendas de vestir y calzado (+1,6% i.m.) y Transporte (+2,6% i.m.). El IPC núcleo subió +3,8% i.m.
Por otra parte, prolifera la incorporación de estrategias para la producción sustentable en el sector mueblero. En Murcia el sector está avanzando en el uso de residuos vegetales para la producción, lo cual promueve la sostenibilidad tanto en este sector como en el de alimentos. El Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y Alimentación (CTNC) está realizando investigaciones para avanzar en esa línea junto con el Centro Tecnológico del Mueble (CETEM). Estos residuos, que suelen destinarse a la alimentación animal y pueden causar problemas ambientales, contienen fibras, antioxidantes y azúcares de interés. El proyecto busca valorizar estos residuos para desarrollar nuevos productos alimentarios y materiales sostenibles para el sector del mueble.